Desde que se conoció el primer caso de Covid-19 en Perú, han surgido múltiples ideas de aplicaciones móviles para entender y contener el impacto que tiene el virus entre nosotros. Una de las ideas más populares es la del uso de tecnologías de seguimiento para rastrear a los contagiados, supervisar el cumplimiento de la orden de aislamiento y prevenir la expansión del virus. Universidades, instituciones del estado y organizaciones de sociedad civil han hecho llamados a decenas de hackatoones, conferencias y múltiples eventos con el fin de encontrar soluciones de este tipo.
El contexto puede variar un poco pero la idea es más o menos la misma en todas las convocatorias: crear una aplicación que permita rastrear y hacer seguimiento del desplazamiento de las personas. Así, cuando un usuarix de dicha aplicación es diagnosticado positivo, el historial de sus ubicaciones anteriores podría ayudar a determinar el riesgo de contagio en diferentes zonas de la ciudad y alertar a las personas con las que el/la contagiadx tuvo contacto. También podría alertar a los demás usuarios cuándo están cerca de una zona de alto riesgo de contagio por la confluencia de contagiadxs.
El razonamiento anterior parece sencillo, pero su implementación está lejos de serlo. A propósito de la nueva estrategia de geolocalización creada por el Gobierno Peruano a través del grupo “Te Cuido Perú” o la aplicación “Perú en tus Manos.” resulta más relevante que nunca conocer los límites técnicos de esta idea. ¿Realmente el seguimiento y geolocalización de las personas ayudará a reducir la cantidad de infectados en el Perú? ¿nos ayudaría a retomar nuestras actividades normales después de la cuarentena? De ser así, ¿cuál sería la tecnología más adecuada para realizarlos? ¿qué medidas deberían tomarse para que se respete nuestra privacidad?
Para poder responder estas preguntas, analizaremos a continuación los beneficios y las desventajas que diferentes tecnologías nos pueden ofrecer. Y es que cuando se propone trabajar con aplicaciones de seguimiento, es fundamental considerar el grado de precisión que podemos obtener, la frecuencia con la que se recolecta la información y el impacto de la aplicación en el consumo de la batería del equipo.
Aplicaciones basadas en GPS
Actualmente, todos los celulares cuentan con un receptor GPS (Global Position System), lo que permite que puedan ser ubicados con un grado más o menos alto de precisión. Para lograrlo, nuestros teléfonos intercambian señales de radio con satélites en el espacio. El acceso a este componente y la lectura de la información que se puede obtener a partir de él, puede ser requerido por lxs desarrolladorxs móviles para el funcionamiento de cierta aplicación o incluso haga lecturas de manera frecuente cuando no estamos interactuando con esta, a esto se le llama background services (servicios en segundo plano). De esta manera pueden recolectar las ubicaciones de nuestro recorrido solo con tener instalada la aplicación.
Aunque precisa, esta tecnología tiene sus limitaciones. Por ejemplo, si una aplicación hace uso únicamente del GPS para la localización de sus usuarixs, sus datos tendrán un fallo que varía entre 10 y 100 metros. Uno de los factores que incrementa esta problemática se debe a barreras físicas que obstruyen la señal del satélite como casas, viviendas, edificios, construcciones, etcétera. Por eso, a veces tenemos problemas de localización cuando estamos en un estacionamiento subterráneo o en un edificio de varios pisos. Esto es una gran desventaja para todxs lxs usuarixs que se encuentren en zonas urbanas o densamente habitadas.
Además, las aplicaciones basadas en tecnología GPS tienen un reto adicional. Este componente tiene un alto consumo de energía para el teléfono. Por eso, la mayoría de teléfonos elige actualizar la ubicación con una frecuencia moderada y no constantemente. Así, emplear tecnología GPS para este tipo de aplicaciones requeriría encontrar un balance entre ambos para poder ser útil, teniendo en cuenta que no todos los dispositivos son iguales y un/a usuarix promedio probablemente decidirá borrar una aplicación que, sin estar abierta todo el tiempo, acaba rápidamente con la batería del teléfono.
Aplicaciones que utilizan la triangulación de antenas
Otro método que puede ser utilizado para obtener una ubicación relativa de un teléfono es hacerlo a través de la triangulación de antenas de red. Estas antenas son las que nos permite hacer llamadas, enviar mensajes de texto y conectarnos a Internet. Los teléfonos, incluso los que no «inteligentes» (conectados a Internet), constantemente envían señales a estas antenas, una acción que utiliza un consumo mínimo de energía.
La triangulación es posible porque estas antenas se conectan a una torre de red de nuestro operador, pero al mismo tiempo reciben las señales de otras torres, y luego de un procesamiento llamado triangulación se puede obtener una ubicación aproximada de los teléfonos. El fallo en este caso dependerá de la densidad de antenas alrededor de el/la usuarix, lo que significa que a más antenas habrá mayor precisión. A diferencia de la tecnología GPS, las zonas más pobladas serían las más beneficiadas, pero por desgracia en zonas alejadas o semi-urbanas, el fallo puede llegar a ser mayor a 500 metros, lo que hace prácticamente inservible el rastreo.
GPS y triangulación no son tecnologías apropiadas
Una aplicación que utilice la geolocalización como base tecnológica tendrá muchos problemas para determinar con un grado alto de confiabilidad el desplazamiento de personas que fueron diagnosticadas positivamente, qué lugares exactamente frecuentaron, por cuánto tiempo y quiénes estuvieron en contacto con ellas. Incluso asumiendo que todxs lxs posibles afectadxs tienen instalada la aplicación, llevan su teléfono a todos lados y no se les acabó la batería durante todo el día.
Tal vez lo que sí puede hacer una aplicación basada en GPS o localización por triangulación de antenas es definir geo-cercas o polígonos espaciales. De esa manera, podría ofrecerse a lxs usuarixs de este tipo de aplicación es si un/a usuarix está cerca o ha ingresado a estas zonas donde se ha identificado una afluencia grande de contagiadxs.
De hecho, esto último podría funcionar bien para saber qué distritos y zonas están acatando correctamente la cuarentena. Sin embargo, para tener esta información no sería necesario desarrollar una aplicación ni obligar a las personas a descargarla y mantenerla activa, ya que esos datos pueden ser ofrecidos por las empresas de telecomunicaciones como un producto, tal como el desarrollo empresarial Smart Steps de Telefónica. Esta opción también fue propuesta por representantes del Comando Covid-19 para monitorizar aglomeraciones pero hasta la fecha no existe evidencia que se haya implementado o hecho algún requerimiento de este tipo. Por supuesto, quedaría pendiente conocer las medidas para mitigar posibles afectaciones a la privacidad.