Llega la hora en que el silencio es traición.
Es el momento en que incluso cuando presionados por las demandas de verdad interior, los hombres no asumen la tarea de oponerse la política de su gobierno, sobre todo en tiempos de guerra.
Pensaron que no volveríamos a alzar nuestras voces por los oprimidos en los guettos sin exponer primero al mayor generador de violencia en el mundo actual: nuestro propio gobierno.
En una sociedad esclavizada, el más grande esclavo es el tirano.
Somos legión.