La máquina nos vigila
Se nos dice: «No publiques en Internet nada que no estés dispuestx a gritar en una plaza»; sin embargo este consejo genera una falsa impresión de la dimensión del problema. Los datos que compartimos en la red no sólo son revisados por personas, sobre todo Son analizados por software que tiene acceso de manera simultánea a todo el historial de nuestro perfil y puede compararlo o vincularlo con los perfiles de otrxs a una escala macro. Compartirte en este espacio conlleva riesgos de otra magnitud. A diferencia de los servicios de inteligencia humanos, las máquinas pueden vigilar cada hogar, no duermen y no olvidan,
Algo que nos ayuda a todxs es colocar el tema sobre la mesa, platicar con amistades, familias, colectivos organizaciones acerca de la importancia de proteger nuestro derecho a la privacidad y reflexionar sobre cómo comunicarnos por Internet implica riesgos muy distintos a los de cualquier otro medio que hemos conocido antes.
Es importante hablar del tema sin que ello provoque un miedo que nos paralice; sino uno que nos lleve a tomar acción. No siempre podemos evitar comunicarnos por la red o por teléfono pero sí podemos cambiar algunos de nuestros hábitos de uso. También podemos aprender a utilizar herramientas de seguridad que nos permitan cifrar nuestras comunicaciones.
Cambiemos nuestra relación con las tecnologías
- Formemos y seamos parte activa de comunidades que no se vean a sí mismas sólo como usuarixs; sino que contribuyan a desarrollar otras formas comunicativas y organizativas.
- Acerquémonos a Colectivos y organizaciones que estén trabajando sobre el tema.
- Elijamos servicios que se comprometan a no almacenar, analizar o lucrar con nuestros datos personales y gestionados en servidores que sean administrados por colectivos y organizaciones comprometidos a defender los derechos de sus usuarixs.
- Participemos en acciones y campañas contra las prácticas predatorias y violatorias de nuestros derechos a la privacidad que vienen del Estado y las empresas.
- Reciente información evidencia el ataque a periodistas, activistas»’ defensores de derechos mediante engaños para instalar software malicioso en teléfonos o tabletas y espiarles. La comunicación cifrada no evita este nivel de vigilancia si tu aparato esta comprometido localmente. Debemos tomar precauciones para que los complejos mecanismos de vigilancia masiva no puedan interceptar nuestros datos.
- Defendamos nuestro derecho de compartir información y reflexiones con las comunidades en las que confiamos.
- Recomendamos utilizar el sistema operativo GNU/Linux vía una distribución que pueda funcionar sin software privativo y sea desarrollada por una comunidad.